Como este me comí unos cuantos hace dos años en Perros del Ebro, y no veas la marcha que tenía el cubano que los hacía, lastima que este año no estuviera, me quede con ganas de comerme uno ( le hechaba hasta patatas fritas hechas trocitos)...
Pero me solucionaron el problema un padre e hijo que te hacían bocatas calentitos, que la noche es larga y siempre apetece comer algo antes de acostarse, ja ja
jueves, 4 de marzo de 2010
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